
Manuel Belgrano, una de las figuras más ilustres de la historia argentina, es conocido por su liderazgo en la independencia, su papel como creador de la bandera y su profundo compromiso con el progreso social. También se sabe que se recibió de abogado en la universidad de Valladolid. Sin embargo, pocos conocen su faceta como defensor y promotor del cultivo de cáñamo (Cannabis sativa), un recurso que consideró esencial para el desarrollo económico y social del Virreinato del Río de la Plata.
La Visión Agrícola de Belgrano
Como secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires (1794-1810) se destacó por su interés en diversificar la economía y reducir la dependencia de importaciones. Dentro de esta visión, el cáñamo ocupó un lugar central debido a sus aplicaciones industriales, que incluían textiles, cuerdas y velas para la industria naval.
En 1797, redactó el artículo titulado “Utilidades que resultarán a esta Provincia y a la Península del cultivo del lino y el cáñamo”, donde detalló las ventajas de estas fibras y brindó instrucciones para su cultivo. Belgrano describió al cáñamo como un recurso capaz de generar empleo, impulsar la industria local y fomentar la independencia económica.
El Cáñamo y la Inclusión Social
Belgrano también visualizó el cultivo y procesamiento del cáñamo como una herramienta para combatir la pobreza y ofrecer oportunidades laborales a las clases más vulnerables, especialmente a mujeres. “Estos cultivos serán exterminadores de la miseria”, aseguró en sus escritos, destacando el impacto positivo que podría tener en la calidad de vida de las familias trabajadoras.
Obstáculos en el Camino
A pesar de sus propuestas visionarias, Belgrano enfrentó resistencias significativas. Los comerciantes locales, vinculados al comercio monopólico con España, se opusieron a sus iniciativas de industrialización y autonomía económica. Además, la Corona española no brindó el apoyo necesario, dejando a Belgrano con recursos limitados para materializar su plan.
Un Legado Vigente
Aunque su proyecto no prosperó en su tiempo, las ideas de Belgrano sobre el cáñamo como motor económico resuenan hoy en día. Actualmente, el cáñamo ha resurgido como un recurso sostenible con aplicaciones en la industria textil, alimentaria y de bioplásticos. Las propuestas de Belgrano destacan su capacidad de pensar más allá de su época y su compromiso con el desarrollo integral del país.
Reflexión Final
¿Fue Manuel Belgrano el primer abogado cannábico de Argentina? Aunque el término pueda sonar gracioso, su defensa del cultivo del cáñamo lo coloca como un pionero en la promoción de esta planta como recurso económico y social. Belgrano, con su visión adelantada, nos invita a reflexionar sobre el potencial transformador de las ideas audaces, incluso aquellas que enfrentan los mayores obstáculos.
Hoy, cuando el cáñamo vuelve a ser valorado en la agricultura y la industria, el legado de Manuel Belgrano cobra una renovada vigencia, recordándonos que el progreso muchas veces nace de la determinación de quienes sueñan con un futuro diferente.
Si les interesa saber mas sobre el tema les recomiendo mirar el siguiente video:
Joaquin Chiavazza
Abogado.
Especialista en regulaciones de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial.